El origen de lo original
Después de leer a Marjorie Perloff, en su
texto Unoriginal Genius: poetry by other
means in the new century, a propósito de su discusión sobre originalidad, se
me viene a la mente, retomando un poco lo que vimos en la clase pasada, el
texto El Hacedor (de Borges), Remake,
de Agustín Fernández Mallo. En esta obra, se manifiesta el hecho de que la
concepción que se tiene sobre la originalidad de una obra, al menos legalmente,
continúa enraizado a una realidad que ya no corresponde a los métodos de
creación artística.
Al respecto, me parece relevante
mencionar que el texto de Fernández Mallo, a diferencia del de Borges, tiene un
significado que se construye a partir de, al menos, tres fuentes que están en
relación: el texto del autor como tal, el texto de Borges y los materiales
multimedia. Así, la manera de funcionar de la obra se aleja por completo de la
manera en que funciona la obra de Borges que también, claro está, se encuentra
plagada de referencias.
Otro de los textos donde es posible
ver cómo se cuestiona la originalidad, relacionado con Borges también, es Escritos
sobre Borges, antología compilada por Josefina Delgado. En esta obra 14
autores, después de leer algunos de los textos de Borges, se entregan a la
escritura de cuentos. Un ejemplo de esto es el texto de Isidoro Blaisten "Beatriz querida". Este cuento
toma como inspiración El Aleph, del
escritor argentino. En este último, casi al final, se puede leer "–Beatriz,
Beatriz Elena, Beatriz Elena Viterbo, Beatriz
querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges" (141) [el
énfasis es mío]. Así, al tener como punto de partida la obra de Borges, el
texto de Blaisten, entre otros, cuestiona el concepto de originalidad. ¿De
quién es la paternidad literaria de un texto? ¿de dónde surge la motivación de
la escritura? son tan solo algunas de las preguntas que plantea Josefina Delgado en el prólogo.
Escritos sobre Borges me parece
interesante por varios motivos. El primero de ellos es que, a diferencia de El hacedor (de Borges), Remake o El Aleph
engordado, de Pablo Katchadjian, no fue retirado del mercado. La acción
legal contra el primero se llevó a cabo alegando que se utilizó material con
derechos de autor sin contar con los permisos necesarios. A Katchadjian se le
acusó de plagio. ¿Por qué sucedió esto si en ambos textos la referencia a
Borges era notoria tal y como en el caso de Escritos
sobre Borges? En el caso de
Fernández Mallo, el nombre mismo del autor argentino se encuentra en el título.
En el caso de Pablo K. se utiliza una de las obras más populares de Borges. Resulta imposible, me parece, para un lector latinoamericano al
menos, pensar en El Aleph y no pensar su autor argentino.
Así, con el subtítulo de "14
autores le rinden homenaje", la compilación de textos creados a partir de
Borges es publicada por editorial Planeta y cuenta con la colaboración de,
entre otras instituciones, la Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad
de Bueno Aires. Esto me hace pensar que, al menos en el ámbito legal, la
originalidad está entendida de una forma que no describe la creación literaria
actual. Como se menciona en la carta que se escribió a propósito de la retirada
del mercado del texto de Fernández Mallo, lo que está en juego es, más que un
libro, un método de creación. ¿Se deberá reformar legalmente el término
"original" para así hacer del "plagio" algo más acorde a la
realidad contemporánea? ¿Si Duchamp no fue acusado de presentar una obra ajena
como propia, por parte de la compañía que fabricó el urinario de Fountain, por qué esto sigue sucediendo
en la literatura?
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