El lenguaje mecánico: Cómo el lector da significado

El lenguaje mecánico: Cómo el lector da significado

La tierra nunca comprenderá, un blog-ficción escrito por Belén Gache, destaca conceptos teóricos sobre el lenguaje y su significado en la sociedad actual. El blog-ficción desarrolla las investigaciones de la protagonista y poetisa quien también se llama Belén Gache. El personaje de Belén intenta revelar qué es y cómo se crea la poesía en una sociedad distópica. Se intenta contestar estas preguntas sobre la poesía a través de los archivos que se han perdido en un robot-poeta, AI-Halim. AI-Halim fue un robot-poeta que fue destruido por la obsolescencia programada, que resulta en incompatibilidad con las nuevas tecnologías dejando AI-Halim sin función eficaz. Belén se enfrenta a muchas adversidades al intentar rescatar los algoritmos poéticos dentro de los discos duros del robot-poeta. En su investigación se une con Brush Strokes, un hacker que intenta evitar la replicación de los significados y la semiología hegemónica. La semiología hegemónica es el control “de los signos en la vida social,” (RAE) donde se controla el lenguaje y los medios de comunicación. Dentro de la sociedad distópica se logra la censura a través del lavado del cerebro, una forma de hipnosis que convierte los lectores en zombis, incapaz de pensar por sí mismos. Al intentar retar las normas del lenguaje los personajes apoyan la semiótica asignificante, en la cual el sistema de comunicación, creado por sus signos, no tiene un significado fijo (Saum-Pascual). Donde se liberan las palabras y el significado del lenguaje viene de afuera. La liberación de las palabras aun está más presente hoy en día con la amplia presencia del internet y el uso de la tecnología en la creación de obras literarias como la poesía. La autora utiliza varios recursos literarios para mostrar cómo el leguaje en esencia es inherentemente mecánico, lo cual lleva a la atribución del significado por parte del lector y no solo el creador.
            En las investigaciones de Belén se muestra cómo dentro de la sociedad distópica en la obra La tierra nunca comprenderáse replica y define el significado del lenguaje por fuerzas exteriores como el reformateo de los textos, la limitación de los textos y la prohibición de palabras. En la sociedad distópica se utiliza el procesador de textos, “Spiral Word,” para manipular y reformatear cualquier archivo escrito en el programa en una espiral hipnotizante, lavando el cerebro del lector. Esto resulta en la eliminación del significado de las palabras que forman los texto en el programa y convierte el lector a ser pasivo y complaciente. Mientras tanto, los lectores también se mantienen complacientes por solo limitarse a leer:
El Manual de Lavado de Cerebro. Los escritores, por otra parte, limitan su escritura al acto de copiarlo. Nadie quiere leer ni escribir otra cosa y todo otro escrito se convierte automáticamente en disonante, improcedente, incongruente, perturbador, siendo inmediatamente atacado, denostado, ridiculizado o, directamente, ignorado. (Gache, Tierra)
Los lectores no solo son manipulados a través de este manual, sino que también existen vendedores de palabras usadas, quienes venden palabras a los lectores de la sociedad para poder comunicarse, ya que los “Falsificadores de Palabras” van prohibiendo palabras, reemplazándolas por palabras “aprobadas.” Este control de las palabras enfatiza la materialidad de los signos, ya que se pueden reemplazar y vender. La censura omnipresente en la sociedad distópica, muestra la importancia del lenguaje para la comunicación y como la semiótica y los signos del lenguaje puede ser controlados por los poderes de la sociedad. De estas maneras, se manipula el lenguaje de la sociedad para definir sus límites, solo permitiendo el entendimiento proporcionado por los poderes superiores que se encuentran dentro de la sociedad. 
Al controlar el significado y los límites del lenguaje a través las influencias de la tecnología el lenguaje se convierte en más mecánico. Así es como “Spiral Word” y los “Falsificadores de Palabras” manipulan y crean un signo o palabras con sus significados censurados. Fuera del plano ficticio de la obra, esto se puede comparar a los procesadores de textos actuales. Los procesadores como Microsoft Word, nos aportan y manipulan el lenguaje a ser más algorítmico. Microsoft Word recomienda o “vende” palabras que quizá no hubiera utilizado el autor sin el procesador. Por ejemplo, en realidad un humano tiene un vocabulario muy limitado, “según Susie Dent, lexicógrafa y experta en diccionarios, una persona cuenta en su haber con unas 20.000 palabras,” (BBC, ¿Cuantas palabras?”). Con el uso del procesador del texto el uso de palabras nuevas puede aumentar o limitarse dependiendo del diccionario que utiliza el procesador. Además, programas como Gmail analizan los correos electrónicos y hacen sugerencias de respuestas apropiadas para ahorrarle tiempo al escritor.  Entonces, el lenguaje es manipulado y de cierta manera se convierte más mecánico en su forma, ya que no solo proviene del autor humano, sino que está influido por un algoritmo del procesador de textos u otro programa. Esta manipulación de las palabras y signos que seleccionamos a través de sugerencias quita el aspecto “humano” o intencional del texto, convirtiéndolo aun mas pasivo y mecánico.
            Esta influencia mecánica y algorítmica, se desarrolla aun más en la obra, a través del descubrimiento del algoritmo de poesía de AI-Halim. AI-Halim se preguntaba:
¿Qué es la poesía? ¿Belleza, emoción estética a través de la palabra, subjetividad extrema, contacto con la naturaleza, alquimia de las letras, filosofía trascendental, libre expresión del pensamiento y del sentimiento? (Gache, Tierra)
Al hacerse estas preguntas, AI-Halim analiza la poesía de varios periodos, llegando a las neovanguardias, quien creían que el humano era una “‘máquina blanda’ controlada y manipulada a partir del lenguaje,” (Gache, Tierra). Esto enfatiza que el humano quizás no es siempre capaz de crear lenguaje único u intencional. Entonces AI-Halim se pregunta que si:
¿acaso había en el acto de escribir algo más que constricciones y algoritmos?, ¿acaso no podría homologarse el efecto del lenguaje en la máquina blanda del cerebro humano con sus propias líneas de programación? (Gache,Tierra)
Esto resulta en que AI-Halim intente replicar la poesía humana formulando una poesía mecánica y al azar, con reglas fijas. Sin la habilidad de crear fuera de esa estructura determinada por el algoritmo se enfatiza que quizás la emoción no es necesaria, para la poesía. Por fin, Belén consigue descifrar la formula utilizada por los generadores del robot-poeta en la creación de la poesía. Al publicar los poemas de AI-Halim, Belén reclama que las palabras han sido liberadas, “la poesía se ha deshecho para siempre de pasiones e impresiones. La escritura se ha convertido en aquel espacio oblicuo donde el sujeto se escapa y la identidad se pierde, dejando lugar a las mismas palabras,” (Gache, Tierra). Mostrando que la poesía no es inherentemente emocional y pasional, sino que la poesía es “solo” sus signos y palabras asignificantes. Es una escritura aun mecánica donde no es necesario que un humano los escriba con emoción, porque el lector aporta ese significado si lo desea.
            En sus investigaciones AI-Halim derrumba el concepto de que el lenguaje es en sí emocional y pasional o inherentemente “humano.” El concepto del lenguaje “humano” puede ser caracterizado por el lector como un lenguaje intencional, ya que el lector se imagina que cada palabra fue escogida por el autor con un motivo preciso, sea para intentar evocar una emoción o para presentar un mensaje. Aun fuera del plano ficticio de la obra, existen ejemplos que muestran el lenguaje mecánico, como el de AI-Halim, pasando por creación “humana” o intencional. En 2011, en la revista The Archive, de Duke University, una de las revistas literarias más antiguas en los Estados Unidos (Scholl), se publico un poema formulado por un generador como un poema escrito por hombre. Zackary Scholl, el creador del generador, presentó a la revista un poema azar por cada letra del alfabeto. Los poemas fueron revisados por editores y decidieron publicar uno de sus poemas sin saber que era escrito por un generador. Esto muestra que el generador, aunque utiliza un lenguaje mecánico y algorítmico, puede pasar como escrito por humano. Con la falta de la intencionalidad del autor y el énfasis en el azar del algoritmo, se enfatiza que el lenguaje “humano” puede ser reconocido como mecánico, ya que un algoritmo lo puede replicar. Esto implica que el significado proviene más del lector y no necesariamente del autor de la obra. Ademas, los twitterbots, han ganado mucha fama en su poder mecánico en replicar poesía que puede resultar indistinguible de la poesía humana. Mostrando que el lector también encuentra sentido en el azar y no solo en lo que se presenta como intencional.
            A través estos ejemplos, quizás lleguemos a entender que no es necesario distinguir entre creaciones escritas por un robot o por el ser humano. Ya que mostramos que el poder de asignar significado al lenguaje queda en el lector. En La tierra nunca comprenderáse caracterizan los lectores como zombis, implicando que los lectores son pasivos por su lavado de cerebro. Entonces todas las lecturas que hacen resultan en el mismo entendimiento. De nuevo cuando Belén Gache y sus compañeros consiguen cancelar el lavado de cerebro tras hackear “Spiral Word” se emocionan, “¡Por fin los lectores dejarán de ser zombis y serán capaces de adquirir una postura crítica respecto de sus lecturas!” (Gache, Tierra). Pero para su sorpresa los lectores zombis protestan para que vuelva de nuevo el aspecto hipnotizante del lavado de cerebros. Aun, Belén Gache, reconoce la importancia de la poesía y busca una manera de publicarla, aunque los lectores zombis no la aprecien. Fuera del plano ficticio, los lectores zombis, representan los lectores pasivos o aquellos cuales no participan en la interpretación de las obras literarias, una preocupación del mundo tecnológico donde existe un exceso de información. Al contrario, Belén Gache, representa el lector activo, quien intenta buscar un significado en cualquier obra, mostrando que no importa como fuera creada la obra, sino que el lector determina su significado y valor. Así como en el caso del poema de Zackary Scholl, los lectores fueron quienes determinaron que tenía un significado que valía la pena publicar, y no Zackary o el generador. Mostrando de nuevo que el lector atribuye sus experiencias y valores a las palabras, las cuales en realidad no tienen significado fuera de nosotros, ya que son solo signos.
            En conclusión, La tierra nunca comprenderá, muestra lo mecánico y algorítmico del lenguaje. La habilidad de un generador robot de poder replicar algo tan similar a la creación humana y pasar sin ser reconocido como mecánico muestra que nuestro lenguaje se ha convertido en algo más mecánico y determinado por formulas con el uso inmenso de la tecnología. Esto llama la atención, específicamente en un sociedad gobernada por la tecnología y un excedente de información. En este tipo de sociedad la literatura y la poesía existe en varios ámbitos, todos los cuales son válidos, siempre que siga un lector leyendo activamente y proporcionando significado, independientemente de su clasificación mecánica o algorítmica. 



Bibliografía
“¿Cuántas Palabras Se Necesitan Para Comunicarse? - BBC News Mundo.” BBC News, BBC, 9 
Apr. 2011, www.bbc.com/mundo/noticias/2011/04/110330_palabras_ingles_lp.
Gache, Belén. La Tierra Nunca Comprenderá, 2015, belengache.net/tierra/. 
Gache, Belén. “¿Qué es la poesía (para un robot)?” Belen Gache, 8 Oct. 2015, 
belengache.net/pdf/QueEsLaPoesiaParaUnRobot_BelenGache.pdf.
La Real Academia Española (RAE), 23rd ed., Madrid, 2014.
Saum-Pascual, Alexandra. Narrativas transmedia: literatura española del libro a la Red, 25 
septiembre 2018, UC Berkeley, Berkeley, CA. Lecture.
Scholl, Zack. “How My Poetry Generator Passed the Turing Test.” Raspberry Pi AI, Raspberry 
Pi AI, 10 Aug. 2017, rpiai.com/computer-generated-poetry/.
Nepote, Monica, and Belén Gache. “El Libro Es Una Maquina. Entrevista Con Belén
Gache.” Centro Cultura Digital, 15 Feb. 2016,
editorial.centroculturadigital.mx/articulo/el-libro-es-una-maquina-entrevista-con-belen-gache#.

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