El espacio liminal como cronotopo de la vida posmoderna


Según la definición de la rizoma que nos ofrecen Deleuze y Guattari en A Thousand Plateaus, me parece que la novela Nocilla Dream es claramente un ejemplo espectacular de una rizoma—tal y como ha notado Juan Bonilla en el Prólogo de la novela. Hay varios puntos de entrada en esta novela, y ninguna tiene más importancia ni más énfasis. Hay varios centros, y todos se conectan de diferentes maneras. La novela es fragmentaria pero todavía unida. Las vidas de los personajes a veces se tocan o se cruzan, pero de maneras que parecen no tener importancia. Nocilla Dream, en su estructura y su argumento, se opone a la estructura más tradicional de un árbol con raíces—en otras palabras, a la estructura lineal que define muchas novelas del pasado. Más que una línea narrativa, es un mapa, con múltiples viajes posibles. No se viaja entre puntos en un orden específico, sino que cada punto se conecta con los demás.

Pero lo interesante de Nocilla Dream, para mí, no es simplemente sus cualidades rizomáticas, sino la prevalencia del movimiento a través de esta rizoma, especialmente en un lugar que puede ser considerado tan sedentario o permanente como el desierto. Aún Fernández Mallo escribe que “No hay nada” allí (16). Casi todos los personajes están en tránsito, y los que no están viajando físicamente, lo están haciendo sicológicamente o sentimentalmente, sin duda. Las parejas viajan a Las Vegas y escapan del burdel, Falconetti recorre la ruta de Colón al revés, la artista Margaret y su esposo Elmer se mudan a Madrid, Kenny vive en el aeropuerto. Estos movimientos son importantes porque crean y resaltan varios espacios liminales, espacios entre, lugares destinados a ser simplemente traspasados.

Tomamos, por ejemplo, la carretera US50, que sirve para conectar muchos de los fragmentos en la novela. Fernández Mallo utiliza esta carretera como lugar (y lo digo en el sentido más tradicional): es el escenario para muchas de las escenas de la novela. Es un lugar donde ocurre la acción. Pero al mismo tiempo, una carretera es, en sí, un espacio liminal que requiere movimiento y tránsito. Se usan las carreteras para viajar. Fernández Mallo enfatiza la extrañeza de utilizar esta vía de tránsito como lugar (en vez de utilizarla como ruta) cuando Falconetti extiende “el mantel en mitad de la carretera en vez de en la cuneta” (67) y casi causa un accidente. Para Falconetti, “redefinir lo absurdo en su beneficio” sirve como técnica de la “supervivencia” (67). Pero no funciona. Las surferas casi lo atropellan con su coche (72)—y con esta escena, se rompe la esperanza de quedarse en un “lugar” liminal.

Fernández Mallo pone énfasis en este estado de movimiento y en estos espacios liminales también con su inclusión de las Micronaciones, la del Reino de Ergaland & Vargaland en particular: “Estos territorios, generalmente de nadie, están en flujo constante, cambian a diario” (109). Esta micronación incluye los territorios fronterizos, entre países. Pero más teóricamente, también incluye “la duermevela, el estado frontera entre la vigila y el sueño” (110) y el territorio digital. Los ciudadnos de Ergaland & Vergaland, como Falconetti, han escogido una vida basada en un espacio olvidado o desechado. Y éstos son solamente dos ejemplos de muchos en Nocilla Dream, sugiriendo que quizás la vida posmoderna, en general, ocurre en estos mismos espacios.

Finalmente, me gustaría pensar en la idea del cronotopo en Nocilla Dream. Mikhail Bakhtin nos ha dado esta idea del cronotopo, diciendo que no se puede separar el espacio del tiempo en una novela. Y cada novela tiene su propio cronotopo. En su ensayo “Forms of Time and of the Chronotope in the Novel,” escribe que, “Time, as it were, thickens, takes on flesh, becomes artistically visible; likewise, space becomes charged and responds to the movements of time, plot and history. This intersection of axes and fusion of indicators characterizes the artistic chronotope” (84). La idea del cronotopo me parece muy relevante en Nocilla Dream, donde Fernández Mallo crea un cronotopo del viaje o del tránsito. Se basa en los espacios liminales, y en el movimiento constante entre y a través de estos espacios. ¿Qué piensan ustedes? ¿Cuál es el cronotopo de Nocilla Dream? ¿Este cronotopo podría servir como cronotopo de nuestra vida contemporánea, o es simplemenete ficción?

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