Técnicas narrativas en Los muertos
En Los muertos de Jorge Carrión,
se nos presenta una representación de un mundo distópico en el que la gente
nace con cualquier edad y no tienen memoria de su vida pasada. Por la mitad del
libro, el lector se da cuenta de que la historia que se está desarrollando es
una ficción dentro de la propia ficción. Se trata, realmente, de una serie de
televisión de la Fox, titulada como el mismo libro y inmensamente popular. Me
gustaría preguntar qué quiere aportar Carrión al libro con esta estructura, y
qué temas claves quiere que el lector tome de la novela.
Hemos visto variantes de esta estructura antes: en Alba Cromm, por ejemplo, la ficción principal se desarrolla dentro
de por lo menos dos otras capas de ficción. Lo que hace la narración diferente
en Los muertos es que hay una voz
narrativa que parece ser el único punto de referencia narratológica. La
narración es fragmentada y la escena cambia cada parágrafo. En la página 73 se
revela al lector que la voz de la narrador funciona es la descripción de
eventos mientras que tienen lugar en la teleserie "The Dead" de Fox.,
y un nuevo referente narratológica se presenta en forma de ensayo crítico. Así,
de un estilo muy parecido al de Alba
Cromm, el lector se encuentra contemplando un mundo dentro de un mundo y
preguntándose sobre los detalles del mundo que se presenta como real en la
novela.
Sería interesante preguntar a estas alturas si Los muertos se puede considerar una distopía, y por esta misma
línea, si es la intención de Carrión avisar al lector sobre algo en la
sociedad. Me parece que la teleserie "The Dead" sí es una distopía de
modo bastante claro. Sin embargo, teniendo en cuenta que el referente de la
realidad dentro de la obra no es la historia principal de "The Dead"
sino el referente narratológico retratado en los dos ensayos y la entrevista,
me parece que no se puede decir que el libro es distópico de todo a por menos
que este último referente puede demostrarse como distópica.
Al final no creo que haya
información suficiente sobre el mundo real en la obra para juzgarlo realmente
distópico. Hay cosas inquietantes como la comparación de Los Soprano a la misma
esfera de Shakespeare. También que esta comparación y otras parecidas salen en
el trabajo de profesores de universidades bien conocidas y bastantes
prestigiosas (La Universidad de Columbia y La Universidad Autónoma de
Barcelona). Además, hay la pregunta de por qué estos intelectuales se están
dedicando a analizar una serie de Fox que realmente no tiene mucho valor crítico.
No obstante, el aparente carencia de buen gusto crítico en el mundo académico
no significa que una sociedad sea distópica. En este sentido, me parece que
Carrión, más que advertirnos de un mundo distópico por venir, nos advierte de
los efectos de mala programación televisiva y de intelectuales que desprecian
los clásicos y que inventan palabras en inglés ("clonation" p.85).
En conclusión no tengo muy claro la intención de Carrión en Los muertos. Por presentar la historia
principal como ficción dentro de la misma obra, me parece que pierde casi todo
su valor crítico potencial sobre la sociedad actual. Si pretende servir como
ejemplo de mala programación que imparta y al mismo tiempo refleja un nivel de
interés intelectual bajo, ya tenemos los reality shows y muchos ejemplos más
para criticar el mundo televiso y su impacto y reflejo en la sociedad actual. Con sólo los dos artículos y la entrevista no
me resulta suficiente, a mí, para creerlo un mundo (el de 2015)
significativamente peor que el actual. Así, Los
muertos sí sirve de una representación del mundo actual, pero sigo sin
entender cuál es el perspectivo nuevo del mundo actual que quiere aportar al
lector.
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