Los muertos, de Jorge Carrión: un híbrido narrativo
Los
muertos, de Jorge Carrión, es una novela que se
presenta como un híbrido narrativo al apropiarse de la técnica narrativa
cinematográfica. Esto se muestra con toda claridad al inicio, cuando la
narración emula el zoom in de una
cámara de cine que empieza tomando la ciudad desde arriba para aproximarse cada
vez más a sus calles. La novel comienza con: "Un barrio en las
estribaciones de la parte alta de Manhattan; ocho manzanas de edificios;
cuatro, dos; una; en su lateral izquierdo: un callejón sin salida y, en él, un
charco" (Carrión 13).
Otra de las manifestaciones del carácter
cinematográfico de la novela son los cambios de escena que se llevan a cabo
entre párrafos. Esto es lo mismo que sucede, por ejemplo, en la televisión. En
las series de televisión se presentan fragmentos cortos de lo que hacen los
personajes. Es una especie de "zapping" que
tienen como finalidad retener la atención del espectador al construir una narración
más dinámica. Un ejemplo claro de que la finalidad de este cambiar continuo de
escenas atrae al espectador contemporáneo, al menos al occidental, son los
anuncios comerciales. Estos tienen la intensión de captar la atención del
espectador para poderle vender el producto que se anuncia. Si se observa
detenidamente se puede apreciar que, en la mayoría de ellos, el cambio de
escena se realiza al menos cada 10 segundos.
Ahora bien, a pesar de que la técnica es
cinematográfica, la estructura del libro recrea la estructura de una serie
televisiva. Se presentan así las dos temporadas y los capítulos que las
componen. Esto se muestra con toda claridad en los dos ensayos que se incluyen
en el libro. Además, estos ensayos no son sino otro intento, me parece, por
hacer la novela aún más híbrida.
Mauricio Arévalo, en la reseña que
publica del libro en la revistaArtificio el
11 de abril de 2013, menciona que estos gestos de hibridización de la novela no
son sino intentos por hacer evidente el carácter maleable de la misma. Para
Arévalo este gesto deja en claro que, al igual que para otros autores
afterpop, para Carrión la novela es el lugar de experimentación, el género más maleable de
la escena literaria contemporánea española.
Las características de la novela Los muertos no solo problematizan la
concepción que se tiene del género novelesco. También, al incluirse personajes de
otras obras (tanto literarias como televisivas), se plantea el problema de la
autoría. ¿Qué pasa si se utilizan personajes que parecieran ser los mismos que fueron
creados por otros autores? ¿se sigue siendo por completo autor de la obra? Este
gesto me parece por demás interesante pues pone sobre la mesa el tema de la
apropiación que ya se plantea en otros autores de la Generación Nocilla como
Agustín Fernández Mallo. Sin embargo, aquí no solo se copia a los arquetipos de
los personajes que nutren la cultura americana, sino que se copia también las
historias (que se presentan como el pasado de dichos personajes) que tuvieron
en las obras de las que salieron.
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