Acera del infinito
En su cuento El jardín de senderos que se bifurcan (1941),
Borges presenta, a través de la obra del personaje Ts'ui Pên, la idea
de un libro y un laberinto en uno, el cual sería "estrictamente
infinito." Borges describe esta obra, la cual parecería altamente
complicada o hasta imposible, en términos básicos: cada decisión que se toma en
cualquier circunstancia se puede representar en términos de un sendero que se
bifurca. Uno elige o el camino a la derecha o a la izquierda y así cambia el
resultado y, de cierto modo, crea una historia. Este concepto no era nada nuevo
en los días de Borges. En el mundo oriental hay una tradición antigua de
trabajar con la idea del infinito y la realidad. También, en el mundo
occidental, ya había una propuesta similar para describir la realidad en
términos científicos.
En su
cuento, Borges hace referencia a un monje "taoísta o budista" que
insiste en la publicación del libro-laberinto infinito. Estas dos filosofías
tienen raíces antiguas en el mundo oriental. Es en estos sistemas de
pensamiento donde se encuentran el fundamento de las sociedades modernas orientales.
Los antiguos griegos temían el infinito y la idea se consideraba peligrosa. En
cambio, el infinito forma parte esencial del filosofía budista que se puede ver
en la creencia en la reencarnación y ciclos sin fin del tiempo. El taoísmo
tiene como idea central el concepto inefable del Tao. Hay que buscar el Tao,
pero no se puede entender de una manera directa sino a través de la metáfora y
el infinito. Significativamente, la palabra "Tao" se traduce como
camino o sendero. En el occidente, tal vez por la falta de esta tradición
antigua, el infinito como concepto no era contemplado de manera seria hasta la
modernidad.
En la
obra de Ts'ui Pên, una vez que se elija un sendero no se puede regresar para
ver que había en el otro. Pero, ¿qué ocurriría si ese otro sendero siguiese existiendo
y formara otra bifurcación y otra después, y otra ad infinitum? Aquí se
encuentra otra idea del infinito que presenta Borges. Podemos pensar en esta
posibilidad en la vida diaria: o escribo este blog o desayuno, o voy a clase o
tomo el BART y paso el día en San Francisco. Cada decisión abre otro mundo de
posibilidades que siempre sería distinto a los demás. En el año 1895 el
filósofo William James acuño el término "multiverso" para describir
este fenómeno. Según su teoría, todos los posibilidades que pueden concebirse
ad nauseum sí ocurren y tienen que ocurrir. Así existen infinitos otros
universos "paralelos" al nuestro que constan de cada decisión o resultado
posible de cada circunstancia de una línea de tiempo. Así, si reducimos cada
decisión o posibilidad a un sistema binario, vemos que cada cambio en la
historia del universo se puede ver como "sí" o "no",
"0" o "1": un sendero que se bifurca.
Es
notable que esta idea del multiverso no fue considerada seriamente hasta la
segunda mitad del siglo XX cuando la física cuántica comenzó a dominar el
discurso científico occidental. Hoy en día muchos físicos teóricos, basándose
en el principio de incertidumbre y otros conceptos cuánticos, aceptan la idea
del multiverso como la descripción más probable del espacio y tiempo como lo
entendemos en nuestro universo.
En la
novela multimedia Tierra de extracción,
podemos ver una especie de laberinto en el desarrollo de la historia. El lector
entra en el mundo del libro y pronto se encuentra ante una pantalla con múltiples
enlaces que sirven como puntos de entrada. Como ha mencionado Félix, se puede navegar
de dos maneras distintas: escoger un enlace y regresar a la pantalla principal
cada vez, o escoger un enlace y seguirlo hasta que se agota las posibilidades y
se encuentra en un callejón sin salida. Con respecto a las posibilidades de
esta novela, estoy de acuerdo con Megan y Yairamaren en que no son infinitas.
Sin embargo, como destaca Félix, las combinaciones diferentes sí se acercan al
infinito. Creo que hay que tener en cuenta la naturaleza complicada del
concepto del infinito. Es imposible que se conciba en la mente humana, y es por
eso que los griegos antiguos lo temían. Similarmente, Borges alude al infinito
pero tampoco lo puede describir (como el Tao). De este modo, podemos sacar
muchas conclusiones acera del infinito en el cuento de Borges, pero una cosa
queda clara - Borges describe aquel libro infinito como un laberinto. Así Tierra de extracción sí tiene terreno
común con el cuento de Borges. Me parece que cuando el lector lee la novela
electrónica sin volver cada vez al "menu" principal, está trazando un
tipo de laberinto, siguiendo el sendero hasta que termine. Así es como
acercarse a un laberinto tradicional que puede tener muchos puntos de entrada
pero solo un fin o meta. La única diferencia es que el lector puede saltar
directamente hasta el final, y así no es la meta lo que importa sino el camino
(para leer toda la historia). En el
sentido del sendero que se bifurca y del multiverso, este laberinto sería
inverso y así infinito, tomando como punto de partida un punto singular en el
tiempo y así dibujando el laberinto hacia afuera con bifurcaciones infinitas
como las ramas de un árbol o las carreteras y autovías que brotan de una ciudad
grande en el mapa.
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