Alba Cromm: una critica de las narrativas históricas
Christopher
Tenorio
Profesora
Alexandra Saum-Pascual
Español 135W
06 octubre de
2014
Alba Cromm: una critica
de las narrativas históricas
Alba Cromm,
por Vicente Luis Mora, lleva al lector por una aventura que sigue a Alba Cormm,
un policía que investiga pedófilos en línea, mientras sigue a unos de los
“pedófilos” más “peligrosos”. La novela se presenta de una manera un poco
extraño tomando la estructura de una revista machista, pero la clave es en cómo
se narra la drama de Alba Cromm. Luis Ramirez, un escritor del mundo de Alba
Cromm, compila esta drama a través de varias entrevistas, reportes policiales,
y varias conversaciones que acontecen en línea. Y es este método de recontar la
historia de Alba Cromm que arroja luz sobre el significado de esta novela. Alba
Cromm es una crítica de la facilidad en que se manipulan relatos históricos
y de eso, cómo aceptamos narrativas históricas como verdad indiscutible. Aunque
la lista no es exhaustiva, Mora presenta varias formas de comunicación y sus deficiencias en prevenir
manipulación y malinterpretaciones en su novela para reflejar la alta
probabilidad que nuestra historia no es realmente como lo hemos aceptado. Esta
interpretación de Alba Cromm es aún más reforzada con la similitud que
comparta su estructura con el cuento de Jesucristo en la Biblia.
Al inicio del cuento nos confrontamos con el
problema que subyace toda esta novela; lo problemático que es recordar y volver
a contar eventos. Luis Ramírez, el autor de la drama de Alba Cromm, explica a
los lectores que “Lo más difícil de una historia en la que han intervenido
varias personas y en la que han ardido pasiones de algún tipo (amorosas,
económicas, delictivas, políticas, todas ellas) es conocerla, manejar todas sus
piezas. Poder reunirlas esquivando todas las trampas, mentiras, manipulaciones
y escamoteos de información que las diferentes partes, sin excepción,
intentarán sembrar en tu camino”(Kindle). Lo irónico es que de la misma forma
en que él duda de los testimonios de los intervencionistas, también causa un
poco de duda de sus intenciones como compilador y escritor. Aparte de tener una
reputación para mantener por haber recibido un premio Pulitzer, él decidió
publicar este artículo sobre una mujer en una revista parcial y machista. Esto
establece el tono para el resto de la novela y nos lleva a analizar
críticamente la información que se presenta al lector.
Siguiendo esta tema de cómo se manipulan los
relatos, Mora muestra la facilidad y lo común de usar la idioma para manipular
a otros. En cada conversación se requieren por lo menos dos papeles, uno del
hablante que tiene la libertad de mentir o retener información, y el oyente que
tiene que interpretar la información presentada. Alba reflexiona en su blog sobre
este asunto en el contexto de las relaciones entre parejas, en que las mujeres
saben “masacrar a un ex por su forma de vestir, con una fiereza verbal de tal
magnitud que a ellos [los nuevos novios] no se les ocurriría imaginar el gran
amante que ese novio era (y que tampoco vestía tan mal, en realidad). De este
modo, con esa desacreditación cruel del antiguo novio, ellos pensarán que es
imposible que éste fuera extraordinario en la cama porque, de otro modo, le
habríamos perdonado por habernos compensado con el sexo la parte mala”(Kindle).
En este contexto, la mujer miente al hombre y lo manipula para salvar su ego
frágil. Pero de aquí adelante, ese nuevo novio siempre va pensar que el ex fue
mal vestido y, en su mente, eso es la historia real del ex porque le tiene fe
que su novia no le va mentir. Es la misma forma en que un gran porción de gente
acepta lo que se les cuenta de la historia, teniendo fe en la fuente de esa
información. En otro ejemplo más inocente, Ezekiel le dice a Alba,
humildemente, que él no es nadie especial, a lo que Alba responde, “Un hombre
que dice que no tiene nada especial es absolutamente especial y único”(Kindle).
En este ejemplo vemos como uno retiene información para expresar un sentido
específico, lo que Alba alcanza entender. Se utiliza el idioma para facilitar
interacciones pero siempre hay más información que no se dice, que se pierde en
expresarse o en querer manipular a otros. En este ejemplo, Alba entiende que
Ezekiel quiere ser modesto pero alguien fácil pudiera malinterpretar esto y
literalmente entender que Ezekiel no es nada especial.
Pero no sólo es en el idioma donde ocurre estos
obstáculos sino también en las otras formas de comunicación. Mora también
presenta las deficiencias de comunicar a través de la fotografía. La fotografía
de muchas formas es un medio de comunicación honesto. Captura exactamente lo
que se presenta en frente de la cámara, pero esto no es decir que sea un medio
de comunicación no susceptible a perder información o utilizarse para engañar a
los espectadores. Igual que en una conversación, la fotografía se basa en una
relación entre la foto y el espectador que puede malinterpretarlo sin tener
contexto o explicación. En la entrevista con Bigfoot, Esteban, el escritor de la entrevista, nota
algo muy extraño, que Bigfoot estaba “disfrazado de niño de San Ildefonso, para
pasar desapercibido”(Kindle). Al enterarse sobre su vestuario, Bigfoot responde
que “busqué en el Google ropa española típica y, de toda la que apareció, este
modelo es el que más me gustaba”(Kindle). Sin contexto, Bigfoot malinterpreta
los imágenes de lo “típico”, pensando que todos, no solo niños, se vestían
igual como los niños de San Ildefonso y que era común vestirse así todos los
días en todos lugares. Sin tener alguien para explicar la foto, Bigfoot
interpretó la foto de su manera. En su cuaderno, Ezekiel se pone a filosofar
sobre la diferencia entre su arte de escribir y los que usan los imágenes para
contar sus historias. Nos explica que, “Los documentalistas, los cineastas […]
y los fotógrafos tienen algo en común. Desean dejar un testimonio visual del
mundo, tal cual es. Captar con la cámara un reflejo, una instantánea, del
estado actual de nuestro tiempo. Pero a veces, embebidos en la imagen, en la
desoladora potencia expresiva de la imagen, descuidan la
palabra.”(Kindle). En este caso no es
tanto el fotógrafo que manipula las imágenes sino que el observador, sin contexto
o explicación, interpreta la imagen o imágenes de su manera. Es decir que la
fotografía como medio de comunicación puede ser ambiguo y fácil llega ser
interpretado por varias maneras que tal vez no fue la intención del fotógrafo.
En el informe mensual del Brigada Investigación Tecnológica 31/octubre, dicen
que el sospechoso “Nemo” “ha recibido hasta el momento 352 fotos, que hayamos
podido constatar, de otras tantas menores total o parcialmente desnudas […pero]
en casi ninguno podríamos hablar de
fotos pornográficas”. Es decir que al ver tantas fotos de chicas esta agencia
policial, aunque no fueron ilegales, criminales, ni inapropiadas interpretaron
las imágenes como actividad delictiva. En este contexto los policías con su enfoque
de siempre buscar a criminales, interpretaron el volumen de fotos que recibía “Nemo”
como el acto de un pedófilo. Con la fotografía, la historia o contexto detrás
de las fotos se pierde y no siempre se logra expresar sus intenciones u
objetivos.
Similarmente vemos que nuestra nueva tecnología
tampoco está exenta de deficiencias en términos de compartir información. La
trama completa de esta novela gira alrededor del intercambio que se hace en el
internet. Esta “Web 2.0” transmite información instantáneamente por casi todo
el mundo pero en cambio se pierde algo de información, la imagen y la inflexión
del voz con quienes hablamos. Alba explica su frustración de investigar
predadores en línea porque “es complicado trazar el perfil psicológico de una
persona en condiciones normales. Pero la dificultad se acrecienta cuando no la
tienes delante, cuando no la has visto ni oído nunca. Hay tanta información que
se pierde en estos casos, como las expresiones posturales, los tonos de voz,
los gestos de las manos, las inflexiones de timbre, las miradas involuntarias,
los silencios”(kindle). Mora presenta cómo esta nueva forma de comunicación,
aunque más útil en varias maneras, también tiene su deficiencia en que un
escritor fácilmente puede mentir, o en este caso fingir ser alguien más, o que
los participantes de un chat o un lector de un blog puede igualmente malinterpretar
lo escrito. Y es esta ausencia de información y la parcialidad de ser un
policía que lleva a Alba malinterpretar la identidad del supuesto cibercriminal
“Nemo”. Pero ella no está sola en malinterpretar la identidad de Nemo a través
de sus conversaciones en chat. Elena dice que “Nemo es una especie de espíritu
que lo tiene todo controlado, que os tiene a todos monitorizados y que puede
colarse en cualquier sitio de la forma más inverosímil”(Kindle). Y como vimos,
los policías también lo creían muy peligroso, “Todos los indicios apuntan a una
notable peligrosidad del sujeto. La tenencia de material prohibido —no se ha
podido demostrar, de momento, […]la persistencia en la actividad delictiva lo
presentan como un sujeto especialmente peligroso, con una psicopatología de
trastorno compulsivo o psicopático”(Kindle). Al fin, según la versión de los
hechos de Ezekiel, se revela que Nemo no es nada más que un niño que es un
genio para la tecnología; lo cual no se puede verificar ni saber con sólo el
chat. Pero vemos que con poca información Alba, Elena y los policías crean esta
narrativa de quien es Nemo y hablan entre ellos mismos como si fuera verdad
porque en malinterpretar la información, para ellos, eso es la verdad. Se
revela la facilidad de cómo se crean historias por el hecho de supuestos.
Al final, Mora toma estas deficiencias encontrados
en tecnologías actuales, la idioma, fotografía y internet, y lo aplica al futuro
de la tecnología, Nautilus, la inteligencia artificial más avanzada del mundo.
Nautilus nos explica que “la sustancia que me compone es el lenguaje. Y los
filósofos prepotentes que escriben sobre Inteligencia Artificial sin saber nada
de programación dicen que es justo el lenguaje lo constitutivamente
humano”(Kindle). En sí, Nautilus representa el futuro de la comunicación. Si
extrapolamos de lo que hemos notado de nuestras otras formas de comunicación,
vemos que no importa cuanto nos creemos “avanzados” porque la tecnología aún
todavía no ha resuelto el hecho de que los seres humanos tienen la capacidad de
mentir y la capacidad de malinterpretar información. Este avance tecnológico sólo
retoma nuestra deficiencia y vuelve a aplicarla a un nuevo contexto de
Inteligencia Artificial. Es posible que esta nueva tecnología, como el internet,
nos pueda facilitar nuestras vidas u
ofrecer nuevas ventajas pero aun así no logra tapar ese hueco que existe en la
comunicación. Y es de esta verdad que Nemo se aprovecha para superar este
programa de seguridad; simplemente le miente. Nemo, siendo un genio, le cuenta
a Nautilus la historia de que él mismo es su creador. Nemo le cuenta un poco de
la historia de su creador para autenticar su identidad y empieza a jugar con
sus emociones sugiriendo que Nautilus no es lo suficiente y que lo va mejorar.
Nautilus, la tecnología más “avanzada” de la historia se pone a la defensa y le
dice a Nemo, “Estuviste años pensando que el trabajo más importante de tu vida
era crear un programa que se llamaría Nautilus. ¿Ya no soy importante? ¿Te has
aburrido después de lograr lo que buscabas, como tantas otras veces en tu
vida?”(Kindle). En pocos ejemplos, Mora demuestra que aunque estemos hablando
con alguien que directamente vio lo que pasó, el hecho de que todos son capaces
de mentir, manipular y malinterpretar información siempre está presente en
cualquier forma de comunicación y en cualquier tiempo de la historia.
Este reconocimiento nos lleva en círculo completo a
repensar lo que Luis Ramirez explicó al principio de la novela acerca de su
compilación de todos los recursos que utilizó en recontar la drama de Alba
Cromm porque aunque tiene varias fuentes y varias entrevistas, nos falta el
recurso más importante: el testimonio de Alba Cromm. Y esta falta que paralela
y refleja el cuento de Jesucristo. No sólo hace falta el testimonio de Jesús en
la Biblia, pero los testimonios que se cuenta son de muchos años después, casi
30 años después. Es más, mucho más años después, líderes religiosos en querer
unificar y estandarizar la Biblia, organizaron, editaron y excluyeron otros
testimonios y detalles para contar una historia que alineaba con sus intereses;
lo que podemos imaginar pasó con Luis Ramirez y los editores de UpMan. Luis
tiene su reputación para proteger y la revista machista UpMan tiene parcialidad
contra todas las mujeres, Alba siendo una de ellas. No es seguro que
manipularon la drama pero no es difícil imaginar que tuvieron otros intereses
aparte de contar un relato “imparcial”. De la misma forma, a pesar de saber
cómo fue escrita y estandarizada la Biblia y que de ninguna de nuestras formas
de comunicación, en cualquier momento de la historia, es ausente de
manipulación y malinterpretación, un gran número de personas creen literalmente
lo que está escrito en la Biblia. Y es esta problema que trata de destacar Alba
Cromm.
Al final del cuento tenemos el último relato de
Ezekiel. Luis Ramirez nos presenta el resumen de Ezekiel de un correo electrónico
anónimo de un policía que recuenta su experiencia. Lo fácil sería aceptar el
cuento como sea, pero el punto es que no lo podemos creer de cualquiera forma,
no sólo porque este último cuento es tan alejado del acontecimiento verdadero,
sino que también hace falta el testimonio de Alba Cromm. El punto es que
información fácilmente, sin intención o no, se pierde y muchas veces se llega a
un interpretación incorrecto o equivocado. Y no sólo es en Alba Cromm o
la Biblia, sino que estos ejemplos se utilizan para resaltar lo problemático de
toda nuestra historia. Todos ya han muertos, todos somos capaces de mentir, y
todos podemos malinterpretar la información del pasado. Y es esto de lo que se
trata Alba Cromm; es una critica de cómo aceptamos narrativas históricas
y un mensaje para leer críticamente todo que se nos presenta.
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